La definición de poliamoría es la práctica o interés en participar en múltiples relaciones románticas, sexuales, íntimas y/o queerplatónicas con el consentimiento de todas las personas involucradas. De esta definición, es importante tanto mencionar el interés, como el consentimiento y las relaciones íntimas y queerplatónicas. Respecto al interés, es relevante porque las personas poliamorosas puede que no tengan o que solo tengan un vínculo, y siguen siendo personas poliamorosas. Y es que las personas poliamorosas no se definen por sus relaciones establecidas en un momento dado, sino por su manera de establecer relaciones. Una relación formada exclusivamente por dos personas, sigue siendo poliamorosa si existe interés en involucrar a más personas. El consentimiento también es relevante porque sin consentimiento, una relación no es poliamorosa, sino que sería infidelidad.
Sobre el uso del término vínculo, se debe a que el término relación poliamorosa se refiere a la relación establecida por todas las personas involucradas, mientras que vínculo se refiere solo a la relación entre dos personas exclusivamente, no a todas las personas involucradas. Así, una relación poliamorosa puede estar formada por diversos vínculos de dos personas. Y a su vez, estos vínculos pueden ser de distinto tipo. Es por ello que la comprensión de las relaciones poliamorosas no puede basarse solo en un tipo de vínculo. Esto implica que aunque los vínculos que se establecen en la poliamoría se suelen comprender como románticos y sexuales, esto no es adecuado ya que se pueden establecer otros tipos de vínculos como queerplatónicos o íntimos. Dentro de la poliamoría, se suele entender que existe la poliamoría jerárquica, poliamoría no jerárquica, personas polisingles, relaciones unicornio, relaciones polifidélicas y demás. Pero tras observar muchas relaciones poliamorosas, echo en falta un tipo de relación poliamorosa que se base en las relaciones íntimas, de cuidados o queerplatónicas. Los tipos de relaciones o maneras de relacionarse mencionadas anteriormente, se basan mayormente en relaciones sexuales y/o románticas. Cuando se piensa en poliamoría, se piensa en una persona con dos o más vínculos románticos y/o sexuales, pero también existen personas poliamorosas que tienen un vínculo romántico y/o sexual, mientras que sus demás vínculos son íntimos, de cuidados o queerplatónicos. A este tipo de relación poliamorosa, la llamo poliamoría de cuidados. La definición de este tipo de relación es relación poliamorosa formada por un vínculo romántico y/o sexual, mientras que los demás vínculos son íntimos, de cuidados o queerplatónicos.
Si la poliamoría de cuidados se basa en un vínculo romántico y sexual, mientras que los demás vínculos son íntimos, de cuidados o queerplatónicos ¿en qué se diferencia de una relación monógama? La primera diferencia es que la poliamoría de cuidados no se rige por la mononormatividad, que establece cómo la sociedad se organiza socialmente, a través de las parejas románticas y de la familia. Esto se refiere a que las relaciones monógamas suelen ir acompañadas de expectativas, obligaciones y normas que no se limitan a solo tener un vínculo romántico y/o sexual. La poliamoría de cuidados también se diferencia en la amatonormatividad, ya que esta otorga privilegio a la pareja por encima de las relaciones de amistad y familiares, percibiendo que la relación romántica es la más importante y en la que más comprometidos se tiene que estar. Es decir, las relaciones monógamas van acompañadas de la expectativa de que la persona va a dedicar el mayor tiempo posible a su pareja y si esto no ocurre, se percibe como indicio de que algo no funciona en la pareja. En cambio, esto puede ser negociado en la poliamoría de cuidados, lo que permite que la implicación y dedicación a los vínculos íntimos, de cuidados o queerplatónicos pueda ser mayor a la que se suele observar en relaciones monógamas. Otra diferencia en este sentido, es que algunas personas tienen la expectativa de que tienen derecho a todo el tiempo, atención, amor e intimidad que su pareja romántica pueda ofrecer. Pero en el caso de la poliamoría de cuidados, este tiempo, atención, amor e intimidad se pueden encontrar en otros vínculos. Por ejemplo, una persona poliamorosa de cuidados, puede encontrar amor platónico o queerplatónico en algunos de sus vínculos, con conductas similares a las que se encuentran en el amor romántico. Al respecto, es importante la comprensión de la infidelidad. Mientras que en la monogamia, puede considerarse infidelidad, la intimidad emocional y física, este tipo de conductas, está permitida en la poliamoría de cuidados. Es decir, se suele entender que la infidelidad solo se refiere a relaciones románticas y sexuales. Esto permite a la persona, tener una red afectiva, íntima y de cuidados. Además, también permite que ciertas necesidades de intimidad emocional y física, atención, cuidados y apoyo emocional, se satisfaga con personas que no son la pareja romántica y/o sexual.
En la poliamoría de cuidados, la responsabilidad afectiva es importante. Esto se debe a dos cuestiones. La primera cuestión es que la implicación emocional, el interés, el tiempo, los cuidados y la atención que reciben las personas involucradas en el vínculo íntimo, de cuidados o queerplatónico tiene que ser similar. Puede ocurrir que la persona que solo mantiene el vínculo íntimo, de cuidados o queerplatónico, que no forma parte del vínculo romántico y/o sexual, se implique más en la relación y aporte más. Esto no suele ser viable a largo plazo, porque sin interés ni implicación, los vínculos suelen romperse. Es decir, la persona que forma parte solo del vínculo íntimo, de cuidados o queerplatónico, no está solo para cubrir las necesidades de la otra persona, sino que se le debe dar su lugar e importancia y el vínculo ha de ser recíproco. La segunda cuestión es las expectativas y desarrollo que pueda tener el vínculo íntimo, de cuidados o queerplatónico. Se ha de ser claro en aspectos como el tiempo que se va a poder compartir, las conductas emocionales o físicas que se van a poder mantener y las conductas de cuidado que se van a poder llevar a cabo. Esto es importante porque puede ocurrir que la persona que forma parte solo del vínculo íntimo, de cuidados o queerplatónico, esté buscando una relación con mayor implicación emocional, más tiempo compartido o que pueda tener un desarrollo más adelante. En este sentido, es importante comunicar las necesidades de cada persona ya que si no son similares, va a ser complicado que el vínculo se pueda mantener en el tiempo.